
Salimos de Guadarrama con destino a nuestra nueva aventura: llegamos a Vivar del Cid y nos hospedamos en el Monasterio de Nuestra Señora del Espino.
Paseamos por el pequeño pueblo descubriendo las huellas de Don Rodrigo Díaz de Vivar e hicimos una hora santa, que nos dirigieron las Hermanas Clarisas Dedicamos la mañana del segundo día a hacer un retiro espiritual que nos dirigió D. Daniel. Visitamos la Cartuja de Miraflores por la noche fuimos a ver «Stella», una visita nocturna a la Catedral de Burgos. El último tras la Misa con las Hermanas Clarisas de Vivar fuimos a Burgos para ver de día la Catedral. Y a las doce… todos preparados para ver al Papamoscas. Nos costó volver, pero ya estamos pensando en la siguiente.